Avalanch -- Los Poetas han muerto (2003)

Grupo: Avalanch
Album: Los poetas han muerto
Año: 2003
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Alguna vez, más de uno, después de haber escuchado una canción ha soñado con ser él su compositor. Esto es lo que me sucede con el disco “Los poetas han muerto”, cuarto trabajo en estudio de la banda asturiana Avalanch. Tras “El ángel caído”, el que sin duda será considerado por la mayoría de sus fans como su mejor trabajo, la banda edita en 2003 “Los poetas han muerto” un disco muy esperado, no solo por ver cómo podrían superar, el trabajo anterior, sino también por ver como afectaban los cambios de formación en el grupo. La nueva formación solo contaba con el guitarrista y alma del grupo Alberto Rionda y el bajista Francisco Fidalgo.

Comencemos por el principio, y lo primero de un disco es su portada, en ella encontramos una cara familiar si has tenido la oportunidad de disfrutar de “El ángel caído”, una chica hermosa semidesnuda nos muestra su belleza. La chica tiene los ojos cerrados y su mejilla es recorrida por lágrimas de sangre. No se sabe si llora porque está siendo devorada por raíces que se clavan en su pecho y su frente, o bien se lamenta de que su belleza ya no sirva como fuente de inspiración, pues los poetas han muerto. Si!!, realmente me gusta esta portada, me gusta el contraste entre el dibujo en escala de grises y el rojo de la sangre. Sobre el libreto poco que destacar, una foto de cada miembro del grupo acompañada de las letras.

“Lucero” es la primera canción que nos encontramos y comienza con un breve punteo de guitarra, en seguida se le une unos teclados que sin ser nada del otro mundo aporta una melodía dulce que nos introduce de pleno en la canción. Una canción musicalmente correcta, con un Alberto Rionda en su papel, una voz que sin ser 100% metalera va como anillo al dedo. A titulo personal, esta es la cancion que mas me gusta

En “Cien veces” encontramos unas guitarras distorsionadas donde el sello de Avalanch queda patente de forma rotunda. Tras una breve intro que bien podría formar parte del “El angel caído” aparece Ramón Lage, quien empieza susurrando y poco a poco va endureciendo su voz. El resto de la canción transcurre al más puro estilo Avalanch. Gran canción con una letra que invita a no desanimarse y seguir siempre adelante. “Cien veces caído, cien veces me levante….”.

El tercer corte “Niño” es otra de las joyas que se esconden en este disco. Una letra preciosa que habla de la inocencia de un recién nacido, una inocencia que jamás deberíamos perder. De nuevo la voz vuelve a encajar a la perfección con la música. Este chico, no tendrá la mejor voz del metal, pero sin duda es un buen vocalista y el adecuado para este trabajo. Poco más a comentar de esta canción, salvo el interesante dialogo entre, supuestamente, el bien y el mal.

“Jamás” es el cuarto corte del disco y una de esas canciones que levantan el ánimo. Le sigue “Alborada”, que junto con “Lucero”, es otra de las baladas del disco. Para esta canción, Avalanch deja de lado la dureza de las guitarras para darle protagonismo a la dulzura del piano y el lirico sonido acústico.

Con “El viejo torreón” superamos el ecuador de este trabajo, y con él no hacemos otra cosa que confirmar lo que ya veníamos viendo desde un principio y es que estamos ante una obra maestra. Siguiendo con la tónica de su predecesora la canción comienza con un piano acompañando la voz, sin embargo, esta vez la canción se endurece tras un buen grito, no es un grito agudo, pero permite captar la atención del oyente, despertarlo de sus pensamientos. “Del cielo a la tierra” es otra de esas canciones con un inicio calmado y que poco a poco se va endureciendo. Una buena canción que no desentona del resto del disco, interesante los momentos donde el bajo se convierte en el protagonista.

Llegamos a la octava canción del disco y la que da título al mismo “Los poetas han muerto”. De nuevo el cantante me vuelve a atrapar con su voz, me encanta sí señor, este disco no sería lo mismo sin su voz. Una buena letra acompañada de punteos de guitarras y riffs al más puro estilo Avalanch.

Enfilamos la recta final de este trabajo con “Madre tierra” y “Ecos de vida”. La primera comienza con un fantástico solo de guitarra que nos da muestras de lo que nos depara, una canción nada aburrida. Por último “Ecos de vida” es un bonito canto a la inocencia, la nobleza, a la vida. Una estupenda manera de finalizar con esta canción que posee la mejor intro de todo el disco, una intro de piano y teclados que no os podéis perder.

Si hacemos un breve repaso de todas las canciones escuchadas, podemos decir que en “los poetas han muerto” encontramos canciones con el sello de Avalanch y que si miramos más detenidamente, nos daremos cuenta de que tiene muchas similitudes con su anterior trabajo de las que a simple vista pueda parecer. Tal vez sea poco objetivo y algo descabellado afirmar que estamos ante uno de los mejores discos que se han editado en este país, sin embargo no es locura ninguna pensar que este es un disco apto para todos, simplemente se ha de ser abierto de mente y oídos. Creo que este trabajo debería de haber tenido una repercusión mayor, no en el panorama metalero, sino en el panorama más comercial, porque si bien es innegable las raíces del grupo, se ha de reconocer que han sabido dotarle de la suavidad necesaria para que hasta el más bobo de los seguidores de las radio formulas pueda sentirse atrapado, y todo ello sin ceder un ápice de calidad. Se ha de reconocer que el señor Alberto Rionda es un gran compositor y una vez más lo ha vuelto a demostrar.

“Señor de los tiempos dale sentido a mi vida, concédeme inspiración que me sirva de guía. Señor de los tiempos concédeme un solo día y transformar mi lamento en dulce melodía”.


Track List:
1. Lucero (5:00)
2. Cien veces (6:48)
3. Niño (7:55)
4. Jamás (4:43)
5. Alborada (3:04)
6. El viejo torreón (5:27)
7. Del cielo a la tierra (6:13)
8. Los poetas han muerto (6:33)
9. Madre tierra (8:06)
10. Ecos de vida (5:26)

Caray Eriol, que buena crítica. Jaja si tuviéramos tiempo y motivación podríamos pensar en resucitar las críticas habituales de discos.

Ahora que lo pienso, hace bastante que no escucho Avalanch, y eso que en su día me vicié a El Ángel Caído.

Pues justamente es el Angel Caido el disco que llevo en el coche y que la semana pasada recupere que hacia siglos no escuchaba.

En mi rancking personal estan empatados El angel caido y los Poetas...